 |
Vacunaciones en la infancia Spanisch |
|
En la vacunación activa dicho contacto se produce inyectando el antígeno en forma de gérmenes muertos o atenuados, o sólo partes de ellos. Así, el propio organismo puede formar anticuerpos activos, de lo que resulta una protección específica y de larga duración.
El recién nacido en los primeros meses de vida posee una protección natural que procede de los anticuerpos transmitidos por la madre a través de la placenta. A partir del tercer mes de vida debería empezarse la vacunación con las vacunas activas recomendadas. Desde octubre de 1995 la Comisión de Vacunaciones competente recomienda las siguientes vacunas: difteria, tosferina, tétanos, haemophilus influenza tipo b, hepatitis B y poliomelitis a partir del tercer mes con 2 o 3 repeticiones respectivamente, a partir del 15 mes, sarampión, paperas y rubeola, que se repetirá aproximadamente a los 6 años, con excepción de la vacuna de la rubeola, que se administra como dosis de recuerdo a las niñas de 11 años.
Las vacunas recomendadas se desaconsejan únicamente en caso de inmunosupresión grave, después de trasplantes de médula ósea o después de tratamiento prolongado con corticoides.
Los costes de las vacunas recomendadas corren a cargo de las compañías de seguros de enfermedad, cada vacunado recibe un carnet de vacunación donde se registran todas las vacunas y dosis de recuerdo.
Como todas son vacunaciones activas, el organismo establece contacto activo con los gérmenes, y puede producirse una leve reacción, ya sea local en la zona de la vacunación, o en forma de fiebre y malestar. Su médico le advertirá de las posibles reacciones de una vacunación. Asimismo debe consultarle todas las preguntas adicionales sobre las vacunas previstas.
| Persönliche Ratschläge Ihres Arztes:
|
